Leyendo hoy me he encontrado a mí mismo escribiendo un elaborado comentario que al final me ha parecido material suficientemente interesante para una pequeña entrada en el blog, que lo tengo raquítico al pobre y a mis pocos y apreciados lectores desatendidos y dispersados.
El artículo trata sobre un interesante fenómeno acústico en las pirámides mayas. Al dar una palmada frente a ellas, debido a los escalones, devuelven un eco distorsionado que recuerda al canto del quetzal, un ave importante en la mitología de este pueblo. Este hecho es cierto. De allí copio este vídeo en el que se puede escuchar el curioso eco (y alguna afirmación precipitada).
. A mí el sonido se me parece más al que hacen las pelotas de tenis al recibir un buen raquetazo, por ejemplo, pero sigamos. En el artículo de Amazings se cita un análisis científico, alojado en la página de la Acoustical Society of America, que es a lo que yo quiero llegar. En este estudioproporcionan este espectrograma de un eco y un canto, que en Amazings reproducen, en el que les vemos un parecido asombroso. Son idénticos excepto por la línea de la palmada (handclap) en el de la izquierda.
En la página también proporcionan varias muestras de ambos sonidos, por lo que es sencillo hacer uno sus propios análisis. Sacando el espectrograma de la muestra de ambos sonidos no sale un gráfico tan bonito como el superior, las frecuencias no son tan parecidas, lo que además confirma la impresión con el simple oído. El canto del ave no tiene las tres bandas que vemos en el eco, que parecen armónicos, y tiene una característica clara: una subida de frecuencia al terminar que hace del registro una curva.
Incluso si buscamos a propósito las muestras que den un espectrograma más parecido (lo que no es nada científico) usando el otro archivo que se ofrece, el del ave en la selva que recomienda el autor, y escogemos solo alguno de los cantos en los que se registran también tres bandas, vemos igualmente claras diferencias. Esta es mi comparación buscando los ejemplos con el mayor parecido posible, usando datos de ambas muestras de audio.
En este espectrograma vemos que encajan muy bien las dos bandas superiores, en torno a los 1500 y 2500 Hz. (cada raya de la rejilla señala 1000); pero de nuevo percibimos que el canto real describe una curva que indica que sube de frecuencia al final, mientras el eco solo desciende.
Yo me inclino por que el eco no es algo deliberado sino un efecto inesperado de la construcción (y muy curioso, habrá que probar en otras construcciones con escaleras). Es una preciosa historia, seguramente la más bonita que he visto de este estilo; pero solo es eso.