Hoy nada de impostados desgarramientos metafísicos ni alarde de scientific papers de último minuto. Nada de sabiduría de Wikipedia u oficiosos postgrados virtuales de Google University. Sólo dos enlaces divertidos y de contenido festivo, disolvente, dionisíaco: Brain-cake, que vimos en Dr. Shock, a propósito del inminente Halloween. Y arte ejecutado con tubos de papel higiénico, hallazgo aportado desde Brain Pickings.
En el Perú y otros países latinoamericanos se denomina keke (o queque) a una especie de bizcochuelo -a partir del vocablo inglés cake-, aunque a veces puede usarse el término también como expresión de replana para ciertas apetecibles y esponjosas prominencias anatómicas. Por otra parte, inolvidable escena aquella en que Hannibal Lecter degustaba circunvoluciones cerebrales de Paul Krendler, la receta del keke puede permitirnos emular semejante impajaritable escena.