Anfibología del gentilicio hispanoamericano
En aquel ensayo póstumo de 1867 Juan Bautista Alberdi tuvo que recordarle a su lector que “el hombre de la revolución era el hispanoamericano –español por el origen y americano por el suelo de nacimiento” [“La Revolución de Sud-América” en Del gobierno en Sud-América según las miras de su revolución fundamental]. Y se sintió obligado a hacerlo