Europa mantiene las grandes tendencias que ya se detectaron anteriormente: mientras en la Occidental decrece la religiosidad (51%) aunque la caída parece haber tocado fondo y empezar a remontar en sitios como Holanda, Finlandia, Italia y España, en la Europa Oriental (66%), sigue creciendo el número de personas religiosas, a medida que fallecen los ancianos formados bajo el comunismo y que las Iglesias consiguen restablecer su presencia social.
Cuando en noviembre de 1989 cayó el Muro de Berlín Europa Oriental recuperó la libertad y desaparecieron las clases obligatorias de ateísmo científico, apenas pasaron dos años se pudo apreciar un alto nivel de libertad religiosa que, durante décadas, había sido imposibilitada por los regímenes comunistas.
Donde la persecución fue relativamente más suave, como Polonia, se mantuvieron altos niveles de religiosidad (81% se consideran religiosos, 3% dicen ser ateos convencidos). Donde fue la persecución especialmente dolorosa y sistemática, como la República Checa, se mantienen todavía altas tasas de increencia (en Chequia, el 30% se declaran ateos convencidos y sólo el 20% dicen ser religiosos).
España: a pesar de la ofensiva laicista decrecen los ateos
Análisis digital destaca en una nota que en España concretamente se produjo en los últimos cinco años un dato alentador: en contra de lo que se podía esperar, sobre todo por la ofensiva laicista de los gobiernos socialistas en las dos últimas legislaturas, el número de quienes se declaran “ateos” disminuyó en un punto: del 10 al 9 por ciento de la población.
La pregunta que se formuló a los encuestados para realizar el informe fue la siguiente: “Independientemente de que usted acuda o no a un lugar de culto, ¿diría que es usted una persona religiosa, no religiosa o un ateo convencido?”
En Occidente, como regla general, el “ateísmo convencido” no consigue pasar la barrera del 10% e incluso retrocede, como pasa en España y Finlandia. Hay países, sin embargo, donde las Iglesias son muy débiles desde hace décadas y también la religiosidad de la gente, y allí se da cierta tendencia de personas “sin religión” que pasan ahora a declararse “ateos convencidos”: sería el caso de Holanda y Francia.
El caso de Irlanda
Irlanda, un país de fuerte tradición católica, muy ligada a su identidad nacional y afirmación frente a la vecina Inglaterra protestante. La tradición era fuerte, pero la experiencia personal de fe y relación con Dios no tanto. Los escándalos de abusos sexuales e inoperancia por parte de obispos y de órdenes religiosas causó el terremoto que recogen las cifras: 4 puntos más de ateísmo y 22 puntos menos de religiosidad (de 69% de irlandeses religiosos en 2005 a 47% hoy).
Sólo hay un país en el mundo con una bajada similar de religiosidad a la de Irlanda: el comunista Vietnam (23 puntos), donde se combina un endurecimiento en la persecución a los cristianos con un debilitamiento del budismo tradicional y la mezcla de materialismo comunista y capitalista.+