Eso es una leyenda. El error viene del hecho de que que los jabones alemanes de aquella época tenían grabadas las iniciales R.I.F., que, se decía, significaba “Grasa Pura Judía” en alemán. En realidad sería “Grasa del Tercer Reich”. A los incrédulos: se han analizado los jabones de la época y nunca, ni siquiera en uno, se ha encontrado un mínimo rastro de A.D.N humano.