Eran templos judíos, con edificaciones grandes, en las cuales se practicaba el comercio (venta de animales para su sacrificio a Jehová), así también funcionaba como casas de cambio pues la moneda romana se consideraba impía y no podía circular en el templo.
También es importante señalar que los hombres y las mujeres no podían estar juntos, existían áreas especificamente diseñadas para cada uno y lo mejor es que las mujeres que tuviera su periodo menstrual no podían ingresar al templo por estar contaminadas, jajaja, así o más misóginos.